La pérdida de dinamismo es notable comparada con los datos del tercer trimestre (-7%) y del segundo (-8%) y es muy posible que tenga que ver, según idealista, con “el encarecimiento de la financiación y la mayor dificultad de muchas familias para acceder a la compra una vivienda”.
La subida de precios tampoco ayuda en las compras en un entorno de menor liquidez de las familias por la inflación y el encarecimiento de la financiación. El de la vivienda usada subió un 3,5% en 2022, hasta cerrar el año en 1.819 euros por metro cuadrado, frente a los 1.764 euros con los que terminó 2021, según datos del portal inmobiliario www.hogaria.net.
En el otro lado de la balanza, la mayor reducción se ha producido en Valencia, donde alcanzar el 27%, seguida de Alicante, con un 25%. A continuación se sitúan Cuenca (-24%), Ávila (-22%), Santander (-20%), Pontevedra (-18%), Melilla (-17%) y Segovia (-17%). En el caso de los dos grandes mercados de vivienda nacionales, Madrid y Barcelona, la oferta se redujo un 2% en la capital y un 6% en la ciudad condal. A nivel provincial, en la Comunidad de Madrid la oferta se ha reducido un 1%, mientras que en la provincia de Barcelona se ha incrementado un 2%.
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